La subdominante napolitana
Este acorde tiene su origen en el barroco italiano, SXVII,
concretamente dentro de la escuela napolitana cuya máxima figura representante
es Alessandro Scarlatti.
Su entorno natural es el modo menor pero eso no significa
que no se pueda usar en el modo mayor, donde su impacto sonoro es aún mas
poderoso dado que tendrá dos sonidos ajenos a la escala.
Para entender su significado funcional y técnica de enlace
vamos a seguir su formación en cuatro pasos:
Como puede observarse el origen de la sexta napolitana tiene
lugar en una apoyatura superior sobre la 5ª del acorde de subdominante (paso
2). Esta apoyatura se altera cromáticamente (paso3) y finalmente no se resuelve
(paso 4), dando origen a lo que llamamos subdominante napolitana.
En este proceso podemos deducir perfectamente las reglas de
enlace.
1.
En la subdominante napolitana se duplica el bajo
porque en origen era la fundamental de un acorde de subdominante en estado
fundamental. No se duplica la sexta napolitana porque es la disonancia.
2.
Cuando la subdominante napolitana es seguido por
la dominante, la sexta napolitana conduce a la sensible. La razón está es su
origen como apoyatura que conduce a dicha nota.
3.
Cuando la subdominante napolitana es seguido por
la dominante, este último acorde se queda incompleto, es decir, sin 5ª y con la
fundamental duplicada. La razón es que si se incluyera la 5ª habría que
enlazarla con la sexta napolitana, si se desea evitar la falsa relación, ya que
son sonidos cromáticos, lo cual conlleva problemas de enlace en alguna otra
voz.
Como se ve en los ejemplos anteriores, conducir la 6ª
napolitana (el Re b) al la 5ª del acorde
de dominante (Re becuadro) obliga a realizar una segunda aumentada en otro voz
en el ejemplo 1 y a realizar un tritono en el ejemplo 2. Además la dominante se
queda sin séptima.
Por otro lado, evitar el enlace cromático entre la 6ª
napolitana y la 5ª del acorde de dominante obligaría a una falsa relación cromática
en otra voz que siempre causa problemas de afinación.
En otros casos, cuando la subdominante napolitana es seguida
por otro acorde que contenga el primer grado de la escala, lo habitual será
conducir la 6ª napolitana a dicho grado. Aquí vemos un ejemplo a la tónica:
Y este otro ejemplo conduce a la sexta y cuarta cadencial:
Por último, como ya comenté al comienzo de este artículo, el
acorde de sexta napolitana puede usarse en el modo mayor. En este caso habrá
que prestar atención a las dos alteraciones que aparecen en este acorde cuando
lo usamos en dicho modo.
Como hemos visto, en el barroco la visión del acorde de
sexta napolitana era la de un acorde de subdominante con 6ª alterada
cromáticamente. Pero posteriormente , en
el romanticismo (SXIX), la subdominante napolitana se visualiza como un acorde
mayor que está una 2ª menor por encima de la tónica, es decir, es un acorde prestado del modo
frigio. Se usó en todas sus inversiones y además se aprovechó como acorde
pivote para modular a tonalidades lejanas.
La subdominante napolitana es un acorde expresivo que
habitualmente se usa para dar un toque dramático. Se puede usar en cualquier
contexto donde se requiera una subdominante pero lógicamente es mejor
reservarlo para dichos momentos especiales. Aquí podemos ver un ejemplo de la
literatura barroca:
El acorde de subdominante napolitana lo podemos ver en la
segunda página en los compases 22 y 27.
Este otro ejemplo pertenece al romanticismo aunque su uso
sigue siendo el tradicional. Está compuesto por F. Schubert.
El ejemplo anterior también esta en Sol m así que el acorde
de subdominante napolitana es el mismo que aparecía en el concierto de Vivaldi
que también estaba en Sol m. Lo encontramos en los compases 8, 16 y 25.
Como veis la subdominante napolitana es un acorde expresivo que aporta un color mas a la paleta de subdominantes. Es cuestión de sacarle partido usándolo con discreción.
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